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Tinder

Esta aplicación famosa por hacer que personas totalmente desconocidas compartan una amena conversación y quizás algo más, no es el único sitio de citas en el mundo, sin embargo, sí se ha vuelto una de los más famosos por la forma en que revolucionó la experiencia afectiva digital.
El público objetivo de Tinder no tiene un límite fijo, pues inicia con las personas mayores de edad y se extiende su rango hasta el máximo, sin embargo, son las personas entre 20 y 35 años quienes más la usan.

No te preocupes si aún no sabes cómo funciona que te lo contamos a continuación:
Para comenzar, la aplicación decide preguntar al nuevo usuario aspectos básicos de su vida, tales como su nombre, edad, estudios o hobbies, también es indispensable conocer su ubicación.
Ya hemos hablado de que para vender es necesario pensar como el cliente, y a veces las marcas saben más de nosotros analizando nuestros comportamientos, que por lo que les proporcionamos, bien dicen que nunca hay que basar una decisión importante en una empresa con base en las opiniones de las personas, pues estas suelen ser cambiantes o muchas veces inconscientemente imprecisas, es posible que una persona se sienta atraída hacia algo específico, sin embargo al preguntarle, la respuesta puede verse manipuladas por la indecisión, por el qué dirán o por sobre pensar mucho la pregunta. Por ello es mejor meterse en la mente del consumidor y analizar su gusto de forma inconsciente.
Tinder se basa principalmente en fines estéticos, pues bien sabe que el cerebro humano discrimina con base en estos principios, en donde en pocos segundos, una persona puede determinar si algo le gusta o no, por lo que al inicio proporciona al usuario una gran variedad de personas con diferentes características físicas, pero también acorde a los gustos, hobbies o actividades similares que la persona proporciona al inicio, por ejemplo: espiritualidad, deporte, ciencia, mascotas etc. En pocas palabras, Tinder vende: IMAGEN
La primera ronda que toma la aplicación es para analizar las características físicas e internas que la persona valora en el otro, así como los patrones en los que el cerebro se basa para aceptar o no a una persona, esto cuenta como un estudio para configurar el algoritmo de forma en que te quedes mucho más tiempo utilizando la aplicación, pues Tinder te mostrará personas acorde a tus gustos e intereses sin necesidad de que tú tengas que buscar.
Además sus estrategias han sido efectivas en gran parte porque nadie puede ver a quien le das “like” solamente se puede entablar una conversación cuando dos personas hacen “match” o sea cuando dos personas se aprueban entre sí. La forma que tiene Tinder de ganar dinero es dirigiéndose a las personas que quieren saber qué personas les han dado “like”, por lo tanto pagan para ver a qué otros usuarios les han parecido atractivos, también tiene un límite diario de personas a las que les puedes dar “like”, entonces al pagar los beneficios premium puedes tener un número ilimitado y quedarte por más tiempo conociendo personas nuevas.
Pero sin duda, la herramienta más interesante que tiene esta app se llama “Tinder passport”, otro límite que tiene la aplicación es no dejarte conocer persona de muy lejos, y pagando Tinder passport tiene la posibilidad de conocer gente de otros países ¿Esto de qué sirve si lo más seguro es que jamás se conocerían? Bueno, pues nadie sabía lo interesante que podría ser esta función hasta que se viralizó en Tik Tok, donde muchas mujeres comenzaron a contar su historia de que si a alguien le va mal en el amor  seguramente es porque “fue creada para producto extranjero” y comenzaban a subir sus storytimes (recordemos la funcionalidad de contar historias en el marketing) donde platicaban cómo encontraron el amor en otros países.
Tinder usó esta tendencia y los pain points de la población mundial (verse privados de su vida social presencial) y decidió ofrecer gratis su servicio de pasaporte cuando la cuarentena inició. Esta acción daba un mensaje muy claro en el que si bien teníamos que aislarnos y tomar distancia con muchas personas a las que estábamos acostumbrados y digitalizamos nuestras actividades y relaciones ¿Por qué no conocer a personas de otros lugares sin importar las fronteras? Esto funcionó como distractor y para darle otra visión a la cuarentena, en donde los usuarios podían aprender de otras culturas y abrir nuevos horizontes.
Sin duda esta acción, también actúa en el cerebro humano como el “¿Qué pasaría si…?” otorgando a muchísimos usuarios la fantasía de lo que pueden hacer cuando la crisis sanitaria termine, toda la gente a la que pueden conocer y sobre todo, los lugares a los que podrán ir, de esta forma y como es de esperarse, aumentan las descargas de Tinder y posiblemente, en un futuro, aumenten los números de boletos de avión comprados para diferentes destinos.
Ahora que conoces cómo funcionan este tipo de aplicaciones, aseguramos que te intriga conocer más sobre la mente humana y las estrategias que utilizan las empresas para atraerla. Recuerda que siempre podrás aprender más en el Blog de 99º Degrees, donde subiremos este tipo de contenido hecho a tu medida, sabiendo también que siempre estaremos disponibles para cuando te atrevas a convertir tu negocio en una mina de oro.

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